La verdad es que no se porque sigo utilizando Bloglines como lector de feeds. Posiblemente se deba a mi miedo por pasarme a Google Reader y que la «Gran G» controle otra parte más de mi vida online, pero lo cierto es que este servicio me está dando motivos de sobra para que deje de usarlo.
En esta ocasión, el problema ha sido que el sistema ha dejado de funcionar desde hace 2 días y no marca ningún artículo nuevo en ninguna de las más de 400 fuentes a las que estoy suscrito. O eso o que directamente la blogosfera se ha muerto de forma repentina y me he quedado solo en el mundo blogger.
Los blogs que más me gustan los estoy siguiendo a la antigua (entrar en la página de vez en cuando), pero ahora mismo tengo la sensación que me estoy perdiendo un buen número de conversaciones interesantes que se están generando a mi alrededor sin que yo sea consciente.
Y esto es realmente lo que ha provocado que me decidiese a escribir este post (y no el nuevo error de bloglines que ya no es noticia); la sensación tan rara que he tenido al darme cuenta lo dependiente que se puede llegar a ser de recibir nueva información día a día.
¿Y tu?, ¿te imaginas lo que sería estar dos días delante del ordenador sin poder usar tu lector de feeds?